Ana Ana
Por Moncho Iglesias, consejero editorial de la Revista PALESTINA DIGITAL
(Ana انا = Yo)
Yo soy Ana, porque, como ella, quiero las puertas de Gaza abiertas y con ellas su puerto y su cielo abierto; quiero que su gente pueda decidir si las mareas son buenas para pescar o incluso para bañarse y que los arenales sirvan de campos de fútbol improvisados, y quiero que los niños de Gaza sean libres para volar cometas en el aire y que no les corten los hilos ni las alas de la libertad pájaros de hierro ni otras especies de destrucción humana; quiero que el hambre lo destruyan alimentos y los dolores desaparezcan con los cuidados necesarios, y quiero que su gente sea libre para expresar su historia y con ella formar su propio futuro, sin imposiciones de culturas ajenas que expliquen qué vestimentas llevar o cuál es la forma más apropiada de ser feliz.
Yo soy Ana porque su voz en gallego se entiende, incluso en árabe: ana Ana; y también en el silencio. Porque me solidarizo con su fuerza reivindicativa y pacífica, y porque creo en los mensajes enviados en botellas lanzadas al mar con destinatarios enmudecidos que non pueden responder ni las cartas del primer ministro israelí, Netanyahu, quien me dio la bienvenida a mí, ana, e a nosotros, Ana, con un nuevo panfleto propagandístico:
«Bienvenida a Israel. Parece que te equivocaste de camino. Quizá pretendías navegar hacia un sitio no muy alejado de aquí, Siria. Allí, el régimen de Assad está masacrando a su propia gente todos los días con ayuda del régimen homicida iraní.
Por el contrario, aquí, en Israel, tenemos una situación donde organizaciones terroristas como Hamás están intentando herir a civiles inocentes. Estamos protegiendo a los ciudadanos de Israel, siguiendo las leyes internacionales, frente a estas amenazas.
Hace solo un año frustramos el intento de tráfico de armas, cuyo destino era emplearlas contra civiles inocentes, por mar.
No hay bloqueo en la Franja de Gaza y estás invitada a transferir cualquier ayuda humanitaria a través de Israel. La prevención de acceso por mar se hace de acuerdo a la ley internacional e incluso recibimos el apoyo de un comité del secretario general de la ONU.
Si te interesasen los derechos humanos de verdad, non estarías navegando en solidaridad con un grupo terrorista que ejecuta gazatíes sin juicio y usa niños gazatíes como escudos humanos.»
Además, el comunicado lamenta la decisión de no visitar Israel, un estado donde se dice que existe igualdad de derechos y libertad religiosa para todos sus ciudadanos. Sin embargo; ana, yo, gazatí, de Palestina, non puedo sumergirme en mis aguas ni decidir mis movimientos porque tengo bloqueados los sentimientos y mi propia capacidad de decidir. Yo, ana, no erré en el camino, porque las lindes están trazadas y las líneas por las que moverme delimitadas. Yo, ana, quiero responder a las bienvenidas que me acogen y no a las que me cierran con palabras y gestos mi libertad.