CRÓNICA NEGRA… CRÓNICA TRISTE… CRÓNICA OCULTA
Editorial de PALESTINA HOY 15 de febrero 2016 por: ABDO TOUNSI – TUNSOL
Las noticias: “Las fuerzas israelís matan a cinco palestinos autores de ataques / Diario Extra – Cinco palestinos abatidos a tiros en Israel / El Ejército israelí mata a tres adolescentes palestinos en Cisjordania y Jerusalén / Fuerzas israelíes disparan e hieren a una niña palestina”
Domingo 14 de febrero 2016… CRÓNICA NEGRA: Cuatro niños palestinos fueron asesinados a manos del ejército de la potencia de ocupación en Cisjordania de edades 14, 15 y 17 años e hirieron de gravedad a una muchacha de 14 años. CRÓNICA TRISTE donde el suicidio aumenta en Gaza. CRÓNICA OCULTA a ojos del mundo. Yo acuso… Yo condeno… Yo denuncio el silencio de un mundo cruel.
Mientras el mundo celebraba el día de los enamorados o el día del árbol, como lo conocí cuando era escolar plantando árboles en los montes de Amman o regalando flores en otros sitios del mundo a los seres queridos, como símbolos de amor a la tierra y a las personas; mientras esto sucedía en la mayor parte del mundo, en Palestina ocupada ocurría lo que nos viene acostumbrando a ello la lacra de nuestra era: EL SIONISMO, y con su brazo largo de asesino acababa con la vida de cuatro niños en un acto cobarde de disparar a matar.
La CRÓNICA NEGRA que soporta el pueblo palestino estando bajo ocupación, envuelta en el manto de limpieza étnica, hace que los jóvenes palestinos se adelanten a la muerte, con la sonrisa de saber que su tierra es lo más valioso que tienen y que su identidad árabe-palestina, es su estandarte para mantenerse de pie, frente a la potencia ocupante. La caída de los muchachos de la Intifada de la “generación de Oslo” con los balazos de armas pagadas por los impuestos de los ciudadanos de EEUU y de la UE, dejando sus pequeños cuerpos destrozados como coladores y luego sus órganos robados (La antropóloga israelí Meira Weiss ha revelado la existencia de robos masivos de órganos de cadáveres palestinos que luego han sido utilizados para fines educativos o trasplantes para pacientes israelíes), esa caída como mártires de su causa justa, nos deja a diario una crónica negra en la que los protagonistas son diversos, desde el asesino hasta el colaborador pasando por el cómplice que mira a otro lado.
De la CRÓNICA TRISTE de la muerte de jóvenes en la flor de la vida, solo llega de ella un débil rayo de luz a unos cuantos corazones de esta humanidad. Humanidad que se ha olvidado de la esencia de su existencia: EL AMOR. Amor que celebraban su día matando a inocentes aunque no apretaban el gatillo directamente, pero de una forma u otra participaban en el acto como cómplices. La tristeza doblemente recorre estos pocos corazones que la sienten, por un lado la muerte de estos niños palestinos y por otro la indiferencia de los semejantes. Nada más triste que ver que los corazones de nuestros semejantes, se convierten en piedras y caen. Mientras tanto las piedras de los niños de la noble INTIFADA, nunca caerán, pero los corazones de este mundo deshumanizado, serán llevados por la tormenta de las almas inocentes como polvo al basurero de la historia.
CRÓNICA OCULTA ya que las manos manchadas por la sangre de los niños palestinos, emplean todos los resortes a su alcance para que así sea, ocultándola a ojos del mundo o dejando filtrar pocas líneas de teletipos para el periodismo de salón que controlan, pero siempre con la equidistancia como baluarte de la noticia. (El corresponsal de RTVE en Jerusalén, nunca dice territorios ocupados, por ejemplo). De ese modo, Don Dinero que maneja a Doña Hipocresía en el mundo, consigue que el asesinato de muchachos en Palestina se convierta en: enfrentamiento, disputa, guerra, disturbios… etc. Pero nunca: legítimo levantamiento, ocupación, apartheid, represión… etc. Este mundo se olvida de que el fuego, aunque no se sienta directamente, con la inhalación de su humo puede matar.
Las crónicas de Palestina se cuentan por globos rojos, por lágrimas, por sudor, por mártires, por heridos, por torturados, por presos, por indiferencias, por complicidad, por crueldad, por inmunidad, por hipocresía, por mil y una sinrazones que maneja el sionismo a su antojo en olas que azotan los costados de cada uno de nosotros.
¿Llegará el día en el que la crónica de Palestina sea la del fin de la ocupación, del apartheid y la represión? Entonces podremos cantar el himno de la paz y el día del AMOR será celebrado, solo con el color rojo de las rosas y no de la sangre inocente de las y los muchachos palestinos.