Muy interesante
Por John Wight, Counterpunch.
Traducido por J. M.
Que Israel es un Estado delincuente está desde hace mucho tiempo fuera de toda duda en círculos preclaros. A la luz de la reciente revelación de que un funcionario israelí, que trabaja para la embajada del país en Londres, estaba conspirando sobre las formas de «sacar de la circulación» a varios políticos británicos por su oposición a los asentamientos israelíes y el apoyo a un Estado palestino, ese concepto del país se está haciendo cada vez más evidente dentro del entendimiento público. O por lo menos se debe entender que este último escándalo es sólo la última evidencia de dicha condición nefasta por parte de un Estado que ha operado siempre con escaso respeto por el derecho internacional en el país y en el extranjero.
En realidad más que un Estado que funciona de conformidad con el derecho internacional y las normas diplomáticas…
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