Mohammed Zaher al-Nono ha muerto.
Un médico más ha muerto
esta vez en el Hospital Al Shifa.
Nos dejó el 23 de marzo con los ojos abiertos.
No quiso abandonar a sus pacientes.
Dicen que fue ejecutado ante ellos.
Ese día era la fiesta judía de Purim,
un día de alegría para la comunidad,
especialmente para los niños,
pero a los soldados
se les olvidó el disfraz.
Razones para matarle:
1 no obedecer las órdenes de desalojo,
2 no abandonar a los pacientes cuando se le dijo,
3 argumentar algo sobre un Juramento Hipocrático,
4 ser familiar lejano de un famoso terrorista,
5 parecerse a alguien buscado por las tropas,
6 graduarse en la Universidad Libre de Berlín,
7 mimar demasiado a los heridos,
8 ser farmacéutico,
9 por error.
Aseguran que “no hay que creer nada
de lo que dicen los malos.
Seguro se lo tenía bien merecido”.
Un médico más, un enfermero más, una ambulancia más…
La lista se alarga por cientos.
Son cosas de las guerras.
Ellos dicen que “los hospitales están infectados de terroristas
y la única manera de acabar con la plaga es matar a todos”.
¿Cómo podríamos llamar a esta estrategia?
¿Se estudia en las academias militares?

Autor:
Armando Lozano Hernández Militante por la paz
Estudió en Universitat Autònoma de Barcelona
Director de Espacio Ronda en Madrid



