Los palestinos no necesitan nuestra caridad, sino su derecho a vivir
Por: Mariano Vázquez Buenos Aires, 05 de enero 2012
Once fueron los intentos del movimiento de solidaridad con Palestina de romper por mar el bloqueo impuesto por Israel a la Franja de Gaza en 2006.
A mediados de 2011 un sólo barco pudo zarpar pero fue interceptado por la marina israelí.
«Lo de Gaza no es un problema humanitario, es político», analiza el militante francés pro palestino Julien Rivoire.
Julien Rivoire es militante pro palestino. Francés, de 33 años, integra el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA) y fue parte de los activistas que intentaron en julio de 2011 romper nuevamente el bloqueo al que Israel somete a la Franja de Gaza desde 2006.
En mayo de 2010 el barco ‘Mavi Marmara’ fue atacado por tropas de élite de Israel que se cobraron nueve víctimas cuando la flotilla que se dirigía a Gaza.
«Luego de la masacre se decide poner en marcha en Francia la 1ª campaña por Gaza, en el marco del Movimiento de Solidaridad con Palestina, con una amplia base social de organizaciones no gubernamentales, sindicatos, partidos políticos, religiosos», explica.
«Desde culturas políticas y visiones diferentes llegamos a tres puntos de acuerdo: levantamiento total del bloqueo en Gaza, responder activamente ante la crisis humanitaria y aplicación del derecho internacional».
Rivoire de paso por la Argentina, dialogó con ABI sobre la historia y el futuro de las flotillas que buscan alertar al mundo sobre la situación en Gaza.
Con dos intentos por vía terrestre para llegar a la Franja de Gaza y su participación en la Segunda Flotilla de la Libertad, Rivoire es palabra autorizada para dar cuenta de este proceso político.
Para evitar las consecuencias trágicas del Mavi Marmara y las condenas internacionales que se suscitaron luego del asalto y muerte de nueve activistas pro palestinos, Israel y gobiernos aliados utilizaron todas las tácticas posibles para evitar que la segunda flotilla siquiera pudiera salir de algún puerto.
Apenas doce personas de las más de 300 personas que planeaban llegar a Gaza a principios de julio a bordo de una decena de embarcaciones pudieron zarpar, la negativa de las autoridades griegas, tras una fuerte presión del Gobierno israelí, que a su vez había sido coaccionado por Alemania y Francia, dejó a los diez barcos varados.
«Se confrontó ante una situación política difícil, el Gobierno de Israel puso sus células diplomáticas y militares para que la flotilla no saliera; incluso Hillary Clinton (secretaria de Estado norteamericana) hizo presión sobre Turquía para que los barcos no salieran de Europa: el 13 de junio el Marmara por «razones técnicas» no puede salir, en realidad fue una decisión política», explicó este militante francés.
«Los diez barcos -continuó- estaban en Grecia para salir juntos. El Dignité-Al Karama, donde estaba yo, salió de Córcega, los otros diez anclados en Grecia y en el medio de la crisis económica. Alemania y Francia condicionan su apoyo al paquete anticrisis a que la flotilla no saliera. El 29 de junio Grecia decretó que ningún barco puede salir hacia Gaza». «Para la militancia -remarcó- fue un golpe muy duro: por la historia de solidaridad del país, que está en sus tradiciones políticas, porque por la presión Grecia se dejó convertir en la policía de Israel».
Además Rivoire denunció que antes del decreto «dos barcos fueron saboteados, las hélices fueron cortadas, un hecho gravísimo que si ocurría en el medio del mar podía terminar en tragedia». Y agregó: «Fue terrible saber que el ejército israelí podía sabotear 2 barcos sin reacción de la Unión Europea a pesar de que se trataba de una acción contra un bloqueo inhumano e ilegal».
El activista viajó a bordo del pequeño yate francés, el Dignité-Al Karama, que consiguió eludir a las autoridades griegas.
Salió de la isla de Córcega el 25 de junio con la intención de incorporarse a la Segunda Flotilla de la Libertad que se preparaba en Grecia para romper el bloqueo marítimo que Israel impuso sobre Gaza en 2006.
«El Dignité-Al Karama, llevaba 12 personas entre marineros y activistas, entre ellos un diputados verde europeo y el presidente del NPA. El barco cargó gasolina en Creta antes de ir a Gaza, allí nos pararon y nos arrestaron por espacio de 15 días con argumentos técnico-administrativos, pero no pudieron impedir su partida, antes de ello se cambiaron los tripulantes para que haya uno de cada barco de la campaña del mundo, con la más alta representación política, ahí me bajo yo, para que llegue al mundo este mensaje simbólico de que es ilegal el bloqueo», relató.
«Este barco de apenas 16 metros fue detenido a 50 millas náuticas de Gaza, en aguas internacionales, por tres fragatas militares de Israel. 200 militares encapuchados para 16 personas, a quienes llevan al puerto israelí de Ashdod, incluido al diputado europeo y los expulsan en 24 horas».
Para Rivoire es necesario pensar acciones novedosas y de alto impacto para visibilizar la falta de derechos que sufren los refugiados palestinos, por eso habló de una «una campaña popular el boicot, desinversión y sanción contra aquellos países que someten a una población» y también «sensibilizar a la opinión pública y presionar a los gobiernos para que ingrese en la agenda política el bloqueo de Israel contra Gaza».
Recordó que la campaña por la Segunda Flotilla de la Libertad comenzó «en febrero de 2011, fueron seis meses duros, hubo más de 1.500 intervenciones callejeras, encuentros, películas y otras acciones para recolectar dinero; los 700.000 euros para comprar los dos barcos se consiguieron en pequeñas donaciones, no hubo grandes aportes ni siquiera de las organizaciones grandes, se compraron dos barcos: uno en Francia y otro en Grecia, de unos 25 metros y con capacidad para 45 personas cada uno».
Finalmente llamó a «continuar la compaña contra el bloqueo; acentuar la presión sobre los estados y su complicidad; y buscar formas nuevas o simbólicas para ampliar la denuncia contra el bloqueo».
Con respecto al último punto dijo que «se está pensando en que pequeñas embarcaciones con personalidades puede salir desde Gaza y llegar a territorio europeo, los palestinos de Gaza no pueden, por el control israelí».
«Lo de gaza no es un problema humanitario, es político, las mercaderías entran por túneles, los palestinos no necesitan nuestra caridad, sino su derecho a vivir, a exportar, a viajar, a recibir visitas. Si estamos de acuerdo con esto nuestra acción debe encarnar esto, por tierra, por mar, hay que imaginar más cosas, por una causa justa políticamente».
Para el 2012 un barco saldrá de Suecia parando en distintas ciudades de Europa y con destino final a Gaza.
Fuente: http://alainet.org/active/51951&lang=es «AMÉRICA LATINA EN MOVIMIENTO»
Washington ve ante sus ojos la usurpación de tierra palestina, cada vez más mermada quedando a los palestinos a aéreas separadas que asemejan la piel de leopardo, un tozo aquí y otra allá. Este robo de tierra lo ve Washington como un derecho natural de Israel, no se permite su castigo ni reprensión. Al mismo tiempo ve en la negación a las negociaciones de los palestinos, por su queja a los, asentamientos ilegales e ilegítimas como una rebeldía a la ley de negociación y entonces deben ser castigados.
Exigen de los palestinos la vuelta a las negociaciones, que no condujeron a nada como una condición irrefutable para obtener su derecho a Estado, pero se olvidan a revelar algo al mundo entero, de sobra evidente: que nada será acordado hasta que se acuerde a todo con Israel, sabiendo que las condiciones de éste están abiertas hasta el infinito, son interminables y en cada encuentro son renovables.
El ejemplo que debería enseñarnos una potencia grande, si no es la primera mundial, con afán de buscar la paz justa y duradera son posiciones muy obvias: un coraje propio para enfrentarse a la legalidad de la ley y al derecho internacional; frenar la avaricia israelí de tierras palestinas; corregir la trayectoria de los encuentros entre los adversarios para no decepcionar y frustrar a los palestinos antes de comenzar a negociar y los más importante es demostrar la transparencia y cambiar el doble rasero cada vez surja el conflicto árabe israelí, cuya resolución es primordial para la estabilidad regional y mundial.
Ramzi Kysia ecribió sobre el cerco de Gaza en Julio de 2009 y cito algunos segmentos de su artículo:
A menudo se nos dice que la resistencia es injustificada o imposible. Apólogos liberales de Israel, como Thomas Friedman, exigen constantemente que los palestinos depongan las armas, mientras llaman todo el tiempo a los israelíes a tomarlas en actos cada vez mayores de violencia y degradación.
Cuando ven la violencia en nuestro mundo, nuestras elites nos dicen que tenemos dos – y sólo dos – alternativas: capitular ante la violencia, o ir a la guerra. Por cierto, cuál de esas alternativas es el camino correcto y adecuado depende de quién uno sea. Frente a la violencia palestina, los israelíes, deben, correcta y adecuadamente, ir a la guerra. Frente a la violencia israelí, los palestinos deben, correcta y adecuadamente, capitular. En Tel Aviv y Washington D.C. esto se llama “claridad moral:” la supuesta necesidad de buscar la seguridad israelí mediante la creación deliberada de inseguridad masiva entre los palestinos. Es una locura.
Pero incluso los movimientos “por la paz” dominantes en Occidente tratan de deslegitimar la resistencia llamando a palestinos e israelíes a renunciar a actos abiertos de violencia, equiparando a palestinos que cometen atentados suicidas con israelíes que envían cazas F-16, aplanadoras militares D9, y helicópteros artillados Apache para arrasar vecindarios enteros.
El problema es que los actos de violencia aleatorios e individuales de palestinos contra israelíes no son lo mismo que la miríada de opresiones y crueldades estructuradas impuestos a los palestinos a través de las políticas gubernamentales israelíes. No hay cazas jet palestinos que bombardeen ciudades israelíes – porque Palestina no tiene aviones caza. No hay aplanadoras palestinas que demuelan casas israelíes – porque Palestina no tiene aplanadoras militares. No hay soldados palestinos que invadan vecindarios israelíes aterrorizando a la población – porque no existe un ejército palestino. El conflicto en Palestina es una guerra del terror estatal israelí contra una población civil en gran parte carente de armas e indefensa.
Incluso actos inmorales y contraproducentes de violencia contra civiles israelíes (como algunos atentados suicidas) no pueden ser equiparados con las humillaciones diarias, el terror y la muerte que Israel inflige a los palestinos, por una política deliberada. Contrariamente a la forma cómo lo presentan los medios dominantes, este conflicto no es ni una guerra justiciera contra malvados terroristas árabes, ni una disputa religiosa o étnica entre dos grupos opuestos e igualmente auto-justificados. El conflicto israelí/palestino es la lucha entre dos causas irreconciliables y desiguales: la lucha de un pueblo oprimido por la libertad, la justicia, y la autodeterminación contra la lucha de sus opresores por mantener (e incluso expandir) su dominación. Bajo esas circunstancias la resistencia no es sólo un derecho – es un imperativo moral.
Esto no quiere decir que todos y cada uno de los actos de resistencia sean aceptables. Obviamente no lo son. Pero se hace tedioso escuchar continuamente a occidentales bien intencionados, pero aparte de eso despistados, que tratan de equiparar a las dos partes de este conflicto. Estoy más que cansado de escuchar a gente que se queja pasivamente, o pregunta estridentemente: “¿dónde está el Gandhi palestino?”
Con todo respeto, el que alguna gente haya preferido mantenerse en la ignorancia sobre la larga y profunda historia de resistencia no violenta palestina – desde el Boicot de 1936 hasta Bil’in de hoy – no significa que ésta no exista. El Movimiento Gaza Libre lucha en solidaridad con una ya vibrante resistencia civil palestina.
Del mismo modo, la otra crítica a la resistencia – que es fútil – es igualmente errónea. Hay un error generalizado entre muchos en el sentido de que Israel y el lobby israelí son simplemente demasiado poderosos como para poder desafiarlos, para no hablar de derrotarlos. No es así.
El 30 de junio de 2009 las fuerzas de ocupación israelíes abordaron por la fuerza uno de nuestros barcos, el SPIRIT OF HUMANITY, y secuestraron a 21 trabajadores por los derechos humanos y periodistas que iban en camino a entregar suministros humanitarios y de reconstrucción muy necesitados a la sitiada Gaza, incluyendo a la Premio Nobel por la Paz
Mairead Maguire y a la ex congresista estadounidense Cynthia McKinney. Fueron mantenidas en una cárcel durante una semana antes de ser deportadas.
Aunque fuimos detenidos en ese viaje en particular, no fue un “fracaso.” En el mes después del secuestro de nuestro barco, más de 100.000 noticias, ensayos, artículos en blogs, llamados a la acción, y secuencias de radio y televisión aparecieron sobre la reacción violenta de Israel ante nuestra misión. Es verdad que la dura prueba de nuestros 21 voluntarios palidece en comparación con los 11.000 prisioneros políticos palestinos reclusos en prisiones israelíes. La captura de nuestra pequeña carga de 3 toneladas de ayuda médica y materiales de reconstrucción es insignificante en comparación con los 4.000 millones de dólares de ayuda prometida a Gaza – ayuda que no ha sido y no será entregada debido al bloqueo israelí.
Pero tampoco eso capta lo importante. Al decidirse por el enfrentamiento violento y el secuestro de trabajadores desarmados por los derechos humanos en una misión de ayuda, Israel demostró públicamente la ilegalidad y lo absurdo del sitio de Gaza. El sitio no tiene que ver en nada con “seguridad.” Nadie podría haber creído remotamente que nuestro pequeño barco representara una amenaza física para Israel.
Esa demostración pública de la ilegalidad del sitio llevó también a un récord en la acción a nivel gubernamental. Los gobiernos irlandés y griego intervinieron formalmente para proteger a sus ciudadanos y su propiedad. A pesar de no tener relaciones diplomáticas y de negarse a reconocer la legitimidad del gobierno de Israel – el Rey de Bahrein intervino personal y exitosamente para obligar a Israel a liberar de inmediato a los cinco trabajadores por los derechos humanos bahreiníes secuestrados del SPIRIT. El parlamento británico realizó un debate formal sobre el tema, e incluso el Departamento de Estado de EE.UU. se vio obligado a realizar una llamada nacional de conferencia para la familia y los amigos de las víctimas del secuestro, así como para grupos árabes-estadounidenses por los derechos civiles.
Un comentario valioso estimado Pablo y digno ser objeto de edición en un artículo, con tu permiso cuando tenga un rato libre me gustaría darle un marco adecuado para su contenido… Salam