Beit Yala en pie de guerra

El muro de Beit Yala, venganza sionista contra el Vaticano por reconocer al Estado palestino.

 

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Editorial de PALESTINA HOY  28  de agosto 2015  por: ABDO TOUNSI – TUNSOL

Las noticias: “El Vaticano reconoce oficialmente al Estado de Palestina / Israel reinició la construcción del muro en Cremisán, cerca de Belén / Cientos de palestinos protestan contra el muro en el valle de Cremisán” 

Beit Yala, un pueblo mayoritariamente cristiano del distrito de Belén, sólo a 10km al sur de Jerusalén. El valle es también el hogar de un monasterio salesiano y un colegio de monjas también salesianas que sirve a la comunidad local. Si la ruta del muro sigue adelante como está previsto, va a separar a 58 familias cristianas de sus tierras en el valle de Cremisán y destrozará a cientos de olivos que Cristo conoció en su niñez. 

Los cristianos de Beit Yala están en pie de guerra, no podía ser menos. El “Tribunal Superior de Justicia israelí” da luz verde para comenzar la construcción del muro de anexión en Beit Yala;  anteriormente se había paralizado su construcción, hasta que el Vaticano cometió el pecado terrenal de reconocer al Estado palestino. Así responde el Estado sionista a este gesto del Vaticano. La comunidad cristiana de Palestina y sus religiosos se ponen en pie de guerra, el Patriarcado Latino condena la reanudación de la construcción del muro de ocupación, pero algunos van más allá de la palabra y participan en las marchas en el valle de  Cremisán, e incluso en destruir la verja, que el ocupante había instalado como primer paso para la construcción del muro, que divide las tierras del monasterio católico de Cremisán.

El hecho de haber paralizado la construcción del muro sobre los terrenos del monasterio Cremisán y luego reanudarlo, confirma la política que aplica el ocupante, según sus intereses puntuales en su expansión territorial y de altos vuelos en sus relaciones con el mundo. Es decir, no deja ni un resquicio por pequeño que sea, ni interna ni externamente sin que no sea a favor de esa política.  

Hace tan solo quince años, nadie podría imaginar tanta  osadía por parte del ocupante contra un lugar religioso cristiano, pero el silencio y la complicidad de la comunidad internacional, le han dado alas para no respetar ni los lugares santos. Cuando eran estos lugares de los musulmanes, no importaba porque así lo entendía el ocupante y lo hacía entender a la comunidad cristiana del mundo que los musulmanes son de otro trigal. ¿Por qué ahora sí, se ataca a iglesias y se expropian tierras de monasterios cristianos? La respuesta es sencilla, cuando creas un monstruo, éste acaba comiéndote. Además ahora que Occidente es cada día menos religioso, es el momento de lanzarse y limpiar la “tierra de Israel” de los vestigios paganos, cristianos y musulmanes, (dos religiones posteriores al judaísmo), pensarían los sionistas terroristas colonos-israelíes y el ocupante de Palestina.

Beit Yala es cuna de la comunidad más numerosa de cristianos en Palestina, es conocida por todo el mundo, debido a la gran cantidad de emigrantes y refugiados de esta localidad, que en su día tuvieron que abandonar Palestina. Su destino eran muchos países del mundo, pero una gran parte de ellos se instaló  en Sudamérica y especialmente en Chile y Argentina. Estos palestinos hoy cuentan en su nueva residencia con hasta una cuarta generación nacida fuera de Palestina, pero y como todos los palestinos no han olvidado su origen, sus organizaciones socioculturales, muestra su arraigo para con su tierra ancestral; el club fútbol El Palestino es un ejemplo de ello, como las grandes celebraciones que realiza esta comunidad palestina que se ha integrado perfectamente en sus países de adopción, pero no a costa de su cultura árabe. Si estos que están a miles de kilómetros de Palestina conservan y defienden su legado histórico, ya podemos imaginar el grado de fuerza magnética que ejerce esa tierra con sus ciudadanos y no digamos sobre los que viven sobre ella.

El levantamiento de Beit Yala, no debería pasar inadvertido y los palestinos sean de la religión que sean, deberían utilizar esta atrocidad que comete el ocupante sionista contra los lugares santos, para unificar criterios de actuación a todos los niveles. Aunque la mal llamada “Autoridad Palestina”, hace lo imposible para evitar la tercera intifada, las protestas civiles han de usar todo tipo de resortes a su alcance, para llevar su voz a los núcleos del poder político internacional.