
Rumanía un país para visitar y disfrutar de sus paisajes y su historia.
Alba Iulia es la capital de la provincia de Alba, en Transilvania, Rumanía. Está situada a orillas del río Mureş.
Yo que soy amante de la historia de los pueblos, aquí en Alba Iulia y su ciudadela, estuve en mi salsa

Alba Iulia es el lugar donde los rumanos celebran el Día Nacional de Rumania y que muchos de ellos la consideren como la capital espiritual del país, donde se firmó la unión de las regiones rumanas.

En la antigüedad existió aquí una población dacia llamada Apulon, mencionada por el antiguo geógrafo griego Ptolomeo. Tras la conquista de la Dacia por los romanos, la ciudad fue conocida como Apulum y fue el mayor centro urbano de la Dacia Romana
En 1541, Alba Iulia pasó a ser la capital del Principado de Transilvania, situación que se prolongó hasta 1690.
Durante el reinado del príncipe Gabriel Bethlen, la ciudad se dotó de una academia, hecho que se considera uno de los hitos más importantes de su historia cultural. Entre otros acontecimientos importantes ligados al desarrollo urbano destacan la fundación de la Biblioteca Batthyanaeum en el siglo XVIII y la llegada del ferrocarril en el siglo XIX.

La ciudadela: la fortaleza medieval «Alba Carolina» tiene 12 kilómetros de murallas de piedra y ladrillo en forma de estrella de siete puntas

En la entrada principal de la ciudadela

Parte del perímetro de la muralla
Lo primero que te llama la atención es lo bien que está cuidada la ciudadela y la ciudad en general. La limpieza es algo que te puede sorprender, yo la califico de un hotel de cinco estrellas ¡Sin exagerar!.

El 1 de diciembre de 1918 se celebró en Alba Iulia la proclamación solemne de la unión de Transilvania al reino de Rumanía. El día se celebra desde entonces en Rumania como el día de la unificación. En 1922, Fernando de Rumania fue coronado simbólicamente Rey de Rumania en Alba Iulia.
<<Busto de mármol del rey Ferdinand I rey de Rumanía frente a la Catedral de la Coronación dentro de la ciudadela de Alba Carolina

Mihai Viteazul «Miguel el Valiente» fue un gobernador de Valaquia (1593-1601), príncipe de Transilvania (1599-1600) y de Moldavia (1600). Durante su reinado, que coincidió con una guerra entre los Habsburgo y los otomanos, esos tres principados, que forman el territorio de las modernas Rumanía y República de Moldavia, se unieron por primera vez bajo un monarca rumano, aunque la unión duró apenas seis meses. Aun así, Miguel el Valiente es considerado un gran héroe nacional en Rumanía, y su figura es invocada en el himno de Rumanía.
Dice la leyenda que cuando montaba su caballo, temblaba el sultanato otomano >>>
Considerado por muchos el hijo ilegítimo del príncipe valaco Pătraşcu cel Bun con una concubina llamada Teodora (es posible que él mismo usara esta historia para justificar su reinado), Miguel el Valiente llegó a ser ban (noble) de Mehedinţi en 1588, stolnic en la corte de Mihnea Turcitul hacia el final del mismo año, y ban de Craiova en 1593, durante el reinado de Alexandru cel Rău. En septiembre de 1593, con la ayuda del Imperio Otomano, Miguel llegó a ser príncipe de Valaquia, aunque empezó a reinar efectivamente el 11 de octubre.
No mucho tiempo después, Miguel se sublevó contra su protector otomano. Al año siguiente se adhirió a la alianza cristiana de las potencias europeas enemigas de los turcos firmando tratados con Segismundo Báthory de Transilvania y Aron Vodă de Moldavia. Emprendió una campaña contra los turcos en el otoño de 1594 y conquistó varias fortalezas cerca del Danubio.

Muy cerca de la catedral católica, se encuentra la Catedral de la Coronación o de la Reunificación, un fabuloso templo ortodoxo construido a principios de siglo XX, dónde llama la atención su campanario de 58 m de altura.
No es de extrañar, pues, que Alba Iulia sea el lugar donde los rumanos celebran el Día Nacional de Rumania y que muchos de ellos la consideren como la capital espiritual del país.
<<< Una bella foto de mi hijo Alber y su esposa Alina, delante de la Catedral.

La principal atracción turística de Alba Iulia es su ciudadela, que se fundó en la primera mitad del siglo XVIII. Está situada en pleno centro urbano.
La ciudadela está llena de estatuas sobre todo de bronce. Alba Iulia, situada en el centro de Rumanía en la región de Transilvania. Se encuentra a 100 km de Cluj-Napoca y a 75 km de Sibiu (una ciudad con mucha historia), por la carretera que une a estas dos ciudades.
En la ciudadela de Alba Carolina se encuentra uno de los lugares con mayor significado histórico para los rumanos: la Sala Unirii, el lugar donde el 1 de diciembre de 1918 se firmó el Acta de la Unión de Transilvania con el Reino de Rumania, dando lugar a la Gran Rumanía. Desde entonces, cada 1 de diciembre se celebra el día nacional de Rumania. Me gustó mucho esta referencia histórica de la ciudad, ya que soy panarabista como internacionalista, humanista y defensor de la interculturalidad.
Junto a una de las variadas estatuas de época. >>>

Cerca de ambas catedrales (la católica y la ortodoxa), vemos varios edificios relevantes: el Palacio Episcopal, el Palacio del Príncipe, donde se alojó Mihai Viteazul en el siglo XVI, restos de la antigua Casa de la Moneda de Transilvania, el Monumento a los Héroes del Pueblo, la Campana de la Unión y varios otros.


Se puede comer muy bien en la ciudadela y a cualquier hora. En el interior de la ciudadela existen varias opciones para comer, desde restaurantes típicos hasta puestos de comida callejera. En la calle principal que une a las dos puertas de entrada de la ciudadela hay varios tenderetes donde hacer una comida rápida, así como en el foso.

Nosotros comimos en un restaurante con decoración medieval metido en la misma muralla
Nos llevamos muy buena impresión, es un país rico en paisajes e historia, su gente muy amable y familiar. Aunque a la primera no lo parecen porque son algo retraídos ante el desconocido, una vez que conversas con ellos se abren como un abanico, y nunca mejor dicho, porque son un pueblo variado en culturas que fueron asentándose en esta tierra a lo largo de los siglos. Pero todos se sienten rumanos y están orgullosos de su pasado. Nos comentan que fueron invadidos prácticamente por todos los imperios europeos, y siempre al final tuvieron que imponerse para liberarse, además dicen que su país nunca invadió a otro.
Abdo Tounsi – 21 de agosto 2021