Es de INJUSTO, que paguen justos por pecadores, los palestinos no tuvieron nada que ver con la expulsión y la persecución de los judíos en Europa. Todo lo contrario, los acogieron con buena voluntad, hasta que el sionismo se apoderó del poder político y mediático del mundo.

Lavarse las manos es complicidad.

Sionismo: Hola tío, esta es mi propiedad.

Palestina: Bueno, mi familia ha vivido aquí desde hace generaciones. ¿Quién te ha dicho eso?

Sionismo: Lo pone en este libro antiguo lleno de historias inventadas. ¿Serías tan amable de irte al carajo o morirte?

Palestina: NO, NO…

Sionismo: Vale, tranquilo. Dios mío, que agresivo eres. Plan B, compartamos.

Palestina: ¿Y cómo hacemos eso?

Sionismo: Yo me quedo la casa y tú el cobertizo.

Palestina: ¿Me estás tomando el pelo?

Sionismo: Bueno, yo tengo armas, alarmas y cámaras para poder vigilarte. Y naturalmente, de aquí no sale ni entra nadie, incluido tú, sin mi permiso. Yo no tengo ningún problema con este acuerdo.

Sionismo: ¿Pero qué demonios estás haciendo?

Palestina: Defendiéndome a mí y a mi hogar.

Los medios: ¿Por qué es usted tan violento y está tan enfadado?

Palestina: Me acaban de echar de mi casa. ¿Dónde han estado ustedes en esta parte de la historia?

Los medios: Yo sólo escribo aquí el titular. Bueno, alojamiento, disputa, conflicto. Yo sólo quiero, bueno, es complicado. El nuevo propietario quiere paz. Bueno, resolución de casa cobertizo con un inquilino terrorífico. ¿Todos contentos?

Sionismo: Sabe, no me siento seguro en la casa que acabo de robar. Pido apoyo incondicional para sentirme seguro.

Partición, reconocimiento, ocupación, colonialismo, militarismo, sionismo, semitismo, refugiados, opresión, apartheid, geoestratégica, dos estados, conversaciones de paz, terrorismo, ultraderecha… En definitiva, los hombre y mujeres libres decimos a los mandatarios del mundo «Quien a hipocresía se mantiene, a hipocresía se acaba».

No habrá paz sin justicia.