Rumbo a Gaza
Lo que estamos viviendo no es un momento cualquiera. Lo que estamos viviendo es un momento de grandes luchas, de grandes esperanzas, pero también de grandes opresiones. El viento del sur, el que surge de los levantamientos que desde hace meses recorren el mundo árabe está destinado a llegar también a esta nuestra orilla del Mediterráneo. Existe un lugar en el que la opresión se concentra como en ninguna otra parte y donde la solidaridad internacional es más necesaria: este lugar es Palestina, y en particular la franja de Gaza, sujeta desde hace años al bárbaro e inhumano asedio de Israel. Quien ha visto la tierra de Palestina la define sin lugar a dudas como un campo de refugiados en el que los derechos de supervivencia y movimiento no se garantizan, donde se asiste a continuas opresiones y violencia, donde todo se expropia ilegalmente: desde agua hasta las tierras, desde las calles hasta las casas, un lugar en el que tu casa puede ser destruida y derribada de un día para otro, donde lo que se escucha cada noche es tan sólo el rumor de las armas israelitas, donde tu hermano, tu hermana y tu madre no pueden volver a casa o no pueden salir porque les ha alcanzado un proyectil, donde un muro de más de 300 km. ha quitado todavía más tierra a los palestinos.
Justamente para contribuir a poner fin a este asedio, a finales de mayo una flota compuesta de barcos provenientes de más de 25 países, de los cuales uno es España, se dirigirá a Gaza para llevar solidaridad y ayuda humanitaria al millón y medio de personas encerradas en aquella inmensa prisión a cielo abierto. Se trata de la “Freedom Flotilla”, que pretende continuar la labor de la primera flotilla atacada el año pasado por la marina israelí, con el asesinato impune de nueve activistas. Este año la flotilla ha cambiado el nombre en honor de Vittorio Arrigoni, Vik Utopia como a él mismo le gustaba definirse, un activista del ISM (Movimiento de Solidaridad Internacional) que vivía y trabajaba en Gaza desde hacía dos años y que desarrolló acciones no violentas de apoyo al pueblo palestino como ofrecerse de escudo humano a los pescadores de Gaza a los que Israel niega el derecho a usar las propias aguas territoriales o al campesinado que pretende trabajar sus tierras, de testigo y denuncia constante de lo que ocurre cotidianamente. La flotilla se llamará Stay Human, que era su firma en cada uno de los artículos y comunicados y de un libro suyo. Para que esta misión tenga éxito completo hace falta una amplia movilización, una continua presión y vigilancia sobre los gobiernos de los países implicados, nuestro compromiso individual y colectivo.
Hoy, mientras los pueblos árabes piden libertad, democracia y justicia social, las grandes potencias responden con bombardeos, con oscuras maniobras para obstaculizar el cambio, con la criminalización de la inmigración que huye de la miseria y de la guerra. Mientras la historia se mueve delante de nuestros ojos, los gobiernos occidentales vuelven a proponer su lógica de aprovechamiento neo-colonialista a los pueblos y a sus recursos.
Si quieres más información visita Rumbo a Gaza:
Marita Cassan, rete BellaCiaoInMovimento Europa.
Reedita Abdo Tounsi
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