Inteligencia

¡Inteligencia!

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Editorial de PALESTINA HOY 26 de noviembre 2015  por: ABDO TOUNSI – TUNSOL

 

Las noticias: “Francia e Israel inician una nueva guerra en Irak y en Siria / Piloto ruso rescatado dice que nunca hubo advertencias de Turquía / Tensiones en oriente medio impulsan precios del crudo / Kerry abandona Oriente Medio sin anunciar medidas para rebajar la violencia”

¿Qué habremos hecho para merecer esto? ¿Acaso la maldición de la Sra. Inteligencia nos condena a morir de “descerebratisis”, desangrando neuronas por las narices, porque ya no quieren estar en nuestras cabezas por ser huérfanos de Inteligencia? Nuestro planeta está inundado de esas neuronas vagando por tierras cercanas y lejanas ahogando al personal sin bote ni chaleco de salvación.  

La dama que más ha bailado en las escenas sociales, políticas, económicas y policiacas, sin duda es doña Inteligencia con enormes solicitudes de baile, para ello llevaba consigo un listado de miles y miles de: personas, instituciones, organizaciones… que la admiran y la desean. Pero en estos tiempos nuestra dama preferida ha desaparecido, ya no la vemos en ninguna sala de baile, ni siquiera en las pantallas de nuestros televisores en casa. Las cadenas de TV, se afanan en hablarnos de su presencia, pero nunca la presentan. Saltan las alarmas y suenan los teléfonos negros, verdes e inclusive los rojos preguntando: ¿Y la señora Inteligencia? La respuesta es la misma desde hace décadas: últimamente no ha estado por aquí, ni se le espera. ¡¿Ni se le espera?! Grave respuesta, es como si anunciaran su muerte, ¿O es que en su casa ya no saben que decirnos?

A pesar de su ausencia y su repentina desaparición, el mundo oficial de Estados, organizaciones e instituciones, siguen presentándola para sus eventos: bélicos, sociales, económicos… etc. Es su publicidad de palmarés que tuvieron o se imaginaron haber tenido. A  ella como musa, todos se la adjuntaban como dama de honor para sus eventos, tuvo que aguantar a viejos chochos, descerebrados, babosos, presuntos intelectuales, afligidos… etc. Aunque todavía la aclaman y la presentan, ella no aparece en ningún lado de este planeta llamado tierra, no se la ve, ni la sombra que proyectan de ella los interesados dice algo de ella. Es como si la tierra se la tragase y solo queda de ella el recuerdo y la esquizofrenia que padecen los que presumen de tenerla presente.  

Hoy nos sentimos huérfanos y abandonados por una dama que nos dotó de prestigio ante las otras criaturas del universo, hoy nos vemos obligados a pedir exilio a otro planeta donde habite alguna hermana de nuestra dama; secuestrada, desaparecida, esfumada… Llamar a las puertas para entrar en un mundo donde habita una Inteligencia, será nuestro esfuerzo de comerciales de puerta fría, que buscan que les compren algo, pero lo peor es que nuestra mercancía está pasada de moda y alguna ya caducada de fecha de consumo y para quien nos las comprase será un veneno mortal. Así y todos los días tenemos portazos en nuestras narices,  que queriendo levantarlas por orgullo parecen túneles de terror. Terror que habita en nuestras almas invadiendo sus cuatro esquinas carnales, arrinconando a la sensatez con camisa de fuerza en nuestra habitación acolchonada, conviviendo con nuestra pérdida de memoria junto al intrépido sadomasoquismo golpeando nuestros pechos de pecadores.

¿Qué habremos hecho para merecer esto? ¿Acaso la maldición de la Sra. Inteligencia nos condena a morir de “descerebratisis”, desangrando neuronas por las narices, porque ya no quieren estar en nuestras cabezas por ser huérfanos de Inteligencia? Nuestro planeta está inundado de esas neuronas vagando por tierras cercanas y lejanas ahogando al personal sin bote ni chaleco de salvación.

Dicen que estamos ante el comienzo de una tercera guerra mundial, otros más pesimistas dicen que ya ha empezado. Guerras: locales, regionales, mundiales y dentro de poco galácticas, estas no será por culpa de otros que habiten otros planetas, sino nuestra, porque habremos llegado a colonizar algunos y a esclavizar a la buena gente que los habita, entonces les habremos llevado el virus de: la insensatez, el egoísmo y la intolerancia.

Cada vez que oigo la palabra inteligencia en los medios de comunicación refiriéndose a las agencias o instituciones que velan por la seguridad de los ciudadanos, me echo a temblar, sabiendo lo que viene a continuación: secuestros, asesinatos, guerras de espionajes, planes de tal y cual cosa, que nunca serán para el objetivo con que fueron creadas estas herramientas. Inteligencia para emplearla frente a quiénes en sus predicados presumen de tenerla por la fuerza divina que la sustenta, que por tan divina que es solo convoca la aparición de las figuras de los jinetes del apocalipsis.

A todo esto, Sion-monstruo se está frotando las manos, contento de habernos convencido de comer su manzana y viéndonos vagar por mundos siniestros y haber firmado nuestra expulsión del planeta tierra.