Es difícil entender el Renacimiento europeo sin Al Ándalus. El nacionalcatolicismo afirma que es un paréntesis en la Historia de España en una narración histórica que persigue dividir el pasado y el presente entre civilización —Occidente— y barbarie —islam—, mientras que el yihadismo lo considera su paraíso perdido. Ambos interpretan interesadamente la Historia.

En las primeras líneas de La cárcel del feminismo, la autora musulmana sirio-granadina Sirin Adlbi Sibai explica que se animó a escribir el libro porque un profesor le preguntó para qué iba a escribir una musulmana con hiyab una tesis doctoral. Una conducta cargada de islamofobia de género que, aunque no sea visible a priori, mantiene un trasfondo fuertemente enraizado en los relatos construidos históricamente del otro en los que el islam es el enemigo.

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