
Salah Jamal – Médico e historiador. Su último libro es ‘Nakba, 48 relatos’.

A menudo veía a mi padre sacando una gigantesca llave de un baúl de madera, la abrillantaba con unas gotas de aceite y la devolvía de nuevo en su sitio mientras murmuraba insultos vehementes contra Gran Bretaña y los sionistas. Mi madre desde la minúscula cocina le remataba: no te olvides también de los reyes y presidentes árabes.
Es evidente que las victorias y las derrotas bélicas son asuntos de varones: explayados ante una victoria y mudos y avergonzados en la derrota. Mi padre era de los segundos. Jamás me explicó la historia de aquella llave mimada. En cambio mi madre me lo aclaró: “Era la de nuestra casa de Bisan, en Palestina, cerramos la puerta y huimos a raíz de las masacres de Tantura, Deir Yasin y otras, perpetradas por los sionistas. Tu tozudo padre, como miles de palestinos, desde entonces la guarda con esmero para el ansiado retorno a sabiendas de que la casa o está arrasada o un colonialista judío polaco o ruso se había apoderado de ella”.
Seguir leyendo en: