Sobre agresión militar, resistencia y sanciones

María Landi

«Sueño con el día en que la resistencia armada palestina a los invasores y ocupantes extranjeros de su patria
sea tratada por los medios estadounidenses con la misma simpatía y legitimación que la resistencia ucraniana.»
Omar Baddar, analista político palestino.

Escribo esto cuando el ataque ruso sobre Ucrania lleva 14 días y ha generado casi dos millones de refugiadas/os en el este de Europa. También ha suscitado la más rápida, contundente y unánime respuesta que se ha visto nunca en Occidente en forma de sanciones al agresor, acompañada de un despliegue sin precedentes de cobertura mediática, acciones humanitarias y empatía colectiva hacia el pueblo agredido.

Es realmente penoso ver cómo la población de Ucrania es rehén de la guerra geopolítica entre las potencias occidentales (nucleadas en torno al decadente imperio estadounidense y su afán expansionista) y una Rusia que, tras fracasar en su intento de amigarse con ellas, busca limpiar su zona de influencia de la creciente y hostil presencia militar de la OTAN.

Pero en esta columna voy a abordar esta crisis desde una mirada palestina; y por extensión, de otros pueblos agredidos y bombardeados desde hace décadas que no están en el centro de la atención mediática porque no son europeos, su piel es oscura y sus vidas valen menos. ¿Qué tendrá que hacer la población yemení para que el mundo recuerde el horror que está viviendo desde hace siete años por los ataques de Arabia Saudita y sus aliados occidentales, que han provocado la mayor crisis humanitaria contemporánea? ¿Y quién recuerda la destrucción provocada por los ataques de EE.UU y la OTAN (o sus proxies) sobre Irak, Afganistán, Libia o Siria?

Empiezo con un tuit del analista y activista Salem Barahmeh el 26 de febrero desde Ramala, cuando ya se anunciaban las primeras sanciones occidentales contra Rusia:
1/ Primero descubrimos que el derecho internacional sigue existiendo.
2/ Las personas refugiadas son bienvenidas según su procedencia.
3/ La resistencia a la ocupación no sólo es legítima sino que es un derecho.
4/ Las sanciones parecen ser una respuesta adecuada a las violaciones del derecho internacional, y no antisemitas como se nos ha dicho.

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